Nanita

Hace poco más de un mes tuvimos la eco número mil y tanta... el doc medía nariz, el cuello, más y más cosas, cuando la sorpresa vino, estábamos esperando una NIÑA.

Xime super contenta, yo tratando de entender lo que eso significaba.

Me crié en una casa con cuatro mujeres: mi mamá y mis tres hermanas. Muchas mujeres, y por lo tanto, yo quería estar rodeado de puros hombres, es decir hijos. Hacer todas las tonteras que uno hace cuando niño (Ximena debe tener unas cuantas historias de mis conductas infantiles), jugar a la pelota, cosas brutas como lucha libre en la cama y así. Nada de cosas complicadas como jugar al té o juegos de roles (a qué más juega una niña?), peinados difíciles (aunque pensé alguna vez tener una hija para peinarla distinta todos los días). Y en eso estaba a la espera de saber que sería el segundo.

Hoy acosté a Borja, estaba en su cama mientras me decía "cuetate", lo que quiere decir que me acueste con él, incluso indicándome en que parte de la almohada podía colocar la cabeza. Me pasó su brazo por mi cuello para que no me fuera y jugamos a los besos de nariz. Rico, exquisito, increíble.

Pero algo pasó, por un momento pensé que sucedería se era una niña en vez de Borja, que me dijera papá te quiero mucho, o que fuera más dulce, o que sólo fuese una niña, experimentar eso también, y estar rodeado aún de más mujeres. Y me volví loco, loco por tener una niña...





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